Fernando Vazquez Rigada

Por FERNANDO VÁZQUEZ RIGADA

 

En política el simbolismo es tan importante como la realidad.

Los anuncios económicos de los últimos días van acompañados de actos simbólicos.

Los trenes rápidos se descarrilan y cancelan. El aeropuerto del primer mundo se recorta y se deshacen los consorcios ganadores para su construcción, demorando el despegue. La ronda 1 fracasa: no se llegará a las profundidades. Sólo a las aguas someras.

La moneda, junto con la credibilidad del gobierno, se devalúa.

Anunciado el recorte presupuestal, se afirma que no habrá impacto sino marginal sobre el crecimiento. Rápidamente Moodys echa a perder el optimismo. Disminuye a 2.5% la proyección del mismo.

Se sospecha lo evidente: primero: el de la semana pasada será el primero de varios recortes. Lo anunciado no basta para tapar el boquete que ha abierto la caída del precio del petróleo y la falta de crecimiento. Dos: el ajuste a la baja de la proyección del crecimiento es también inicial. La economía se estancará en la frontera del dos por ciento.

Aún si se mantuviera la proyección de Moodys, son muy malas noticias: al término de la primera mitad del sexenio, la economía habría crecido, en promedio, un mediocre 1.9%.

La gran salvación podría residir en lo que ocurra en Estados Unidos. Otra vez, la dependencia manifiesta. La necesidad de engancharnos como cabús a la locomotora norteamericana.

Las cosas no cambiarán mientras no se desarrolle de manera sólida el mercado interno.

México tiene la masa crítica para tener sus propios motores, pero estos no funcionan porque no ha habido políticas públicas para desarrollar el empleo, la productividad y expandir los ingresos y acaso el ahorro de la población.

Somos un país ambulante, en donde casi 6 de cada 10 empleos son informarles, con la fragilidad que conlleva.

Para terminar de desfondar la energía interna se activó una succionadora de impuestos que golpeó de frente a los sectores formales y a la actividad económica de las franjas fronterizas.

La falta de financiamiento, la mala calidad educativa, el robo rampante de los recursos públicos, la ausencia del estado de derecho, son los causantes de que, pese a tener un mercado de 120 millones de consumidores, parezca que eso es inútil para generar riqueza.

Seguiremos atascados en el crecimiento mediocre. No en todas partes es así. Panamá habrá crecido en promedio en ese mismo trienio 7.1% anual, Colombia 4.6% y Chile 3.1%.

Nosotros seguiremos empantanados, desorientados, descarrilados.

 

@fvazquezrig

febrero 10, 2015

DESCARRILADOS

Por FERNANDO VÁZQUEZ RIGADA   En política el simbolismo es tan importante como la realidad. Los anuncios económicos de los últimos días van acompañados de actos […]
febrero 9, 2015

ATRAPADOS

Tiene razón el presidente cuando señala que no podemos quedarnos atrapados en Ayotnizapa. Para salir de esa trampa, se debe entender a cabalidad su origen, su […]
enero 27, 2015

EL MUNDO DE AFUERA

Fernando Vázquez Rigada “El problema de Peña es que no entiende que no entiende”. La frase lapidaria de The Economist cimbró a la casa presidencial y […]
enero 26, 2015

LA RETIRADA

FERNANDO VÁZQUEZ RIGADA Von Clausewitz, en su clásico tratado militar, “De la Guerra”, decía que la más difícil maniobra bélica era la retirada. Retirarse no implica […]