Fernando Vázquez Rigada
Comienza a desanudarse el tejido que sostenía a Morena en el poder. Este año será crucial para determinar en qué medida da de sí.
Hay tendencias relevantes que lo alertan.
Primero: la movilización ciudadana del 13N. Ese fue el despertar de la sociedad civil agredida sin clemencia durante 4 años: no sólo verbal, sino con una política pública específicamente diseñada para desarticularla. El activismo cívico es pésima noticia para el régimen: la participación ciudadana supera y termina por hundir cualquier estructura electoral.
Segundo: La utilidad de las oposiciones. Lo dicho desde hace años: sí hay oposición. Siempre la ha habido, pero ahora crece y se robustece. De ahí que hoy sea evidente su valor: impedir el asesinato del INE; salvar la independencia de la Suprema Corte de Justicia y del Tribunal de Justicia Administrativa.
Tercero: El enfrentamiento contra medios. El intento de asesinato contra Ciro Gómez Leyva y la torpe embestida posterior en su contra, influyó en el ambiente político en dos sentidos. Uno, quedó claro que nadie está seguro en el país. Nadie. Y, dos, unió al gremio de medios de comunicación en contra de Morena. Este ataque fue injusto, visceral y mezquino. El escrutinio crecerá cada vez más y seguirá erosionando como agua en la piedra.
Cuarto: El quiebre evidente del modelo de seguridad. La detención de Ovidio Guzmán desnudó las contradicciones de la terquedad del abrazo, no balazos. Detener al capo, por las razones que sean, implica la claudicación de la presunta estrategia de Morena. El gobierno de Sinaloa se demostró un cascarón vacío, frágil e inútil. Ahí, los gobiernos municipales no existen. La detención es un acierto que valida lo que las oposiciones han dicho por años. Al crimen se le combate. El régimen ha dicho que el operativo fue limpio. ¿Limpio? Hubo 30 muertos y más de 50 heridos. Fue una masacre. Un dato no menor: de los muertos oficiales, 10 fueron miembros de las fuerzas armadas y 20 del crimen organizado. Las bajas militares fueron enormes en proporción.
Quinto: El peso de la ineptitud y la negligencia. El accidente en la línea del metro proyectó a todo el país, otra vez, la mediocridad, ineficiencia e irresponsabilidad de los gobiernos de Morena. Morena es un fracaso. No sólo es la Ciudad de México: es Veracruz, Puebla, Morelos. Un largo etcétera. Sólo que en la Ciudad de México dice mandar la principal carta sucesoria de López Obrador. Carta sin valor. Sin peso. Sin carisma. Con decenas de errores, muertes y negligencias a cuestas.
Es el quinto año de gobierno.
Estamos llegando al punto de no retorno.
Las tendencias están ahí: el nudo se deshace. ¿Dará tiempo de liberarnos de esta red que nos atrapa?
Quizá. O falta alguien que, como Alejandro Magno, no lo desate: lo corte.
@fvazquezrig