12/11/2012
Se ha resuelto el futuro político de Estados Unidos. País con el que guarda México su más importante relación.
El triunfo de Barack Obama arroja varias lecciones. Primera: invertir el capital político reditúa. Obama llegó al cargo con el gran reto de administrar las expectativas inmensas que su primer triunfo había generado. No jugó a la defensiva. Arriesgó su capital en aprobar una ley que da cobertura universal de salud a sus ciudadanos, cazó a Obama Bin Laden, retiró a las tropas de Irak. En el ámbito económico no logró recuperar el impulso de crecimiento pero impidió la quiebra.
Segunda lección: en política, la confianza mata. Igual que en su momento Felipe González, Obama pecó de confianza y la elección se complicó. Llegó sobrado al primer debate y quedó a deber. No hay enemigo pequeño ni nadie llega a ser candidato a la presidencia por torpe.
Tercera lección: el alma de una campaña es la estrategia. Puede faltar dinero. Se puede tener una estructura pequeña. Puede haber poco tiempo: No puede faltar jamás una buena estrategia. Obama se enfocó en los estados clave y en segmentos pequeños e identificados del electorado. Tiros de precisión. Concentrar el esfuerzo. Ahí aseguró su reelección.
Cuarta Lección: comunica innovando. Si hay un político que ha entendido la dinámica de las redes sociales es Obama. Se reeligió como el rey del twitter y el facebook. Una foto con su esposa tuvo tres millones de «me gusta». Un twitt de tres palabras la noche de la elección lo dijo todo: «cuatro años más». El segmento que más voto Obama fueron los menores de 30 años.
Quinta lección: definite. La gente premia la congruencia. Romney fue moderado en la campaña pero ultra conservador en la precampaña. Para ser nominado, se alió con el Tea Party y rompió con los hispanos, los migrantes, las minorías. Logró su objetivo: ganó en su partido, pero perdió la presidencia. Cuando quiso correrse al centro del espectro, no fue creíble. El segmento hispano votó 70% en favor de Obama.
México tendrá que replantear su gran estrategia ante el resultado de la elección en Estados Unidos. Algunos hechos clave: el país queda polarizado. La primera prioridad de Obama será la economía y el déficit fiscal. Bernacke se irá. Las medidas de ajuste que se tomen afectarán a la economía nacional de manera mayúscula. La segunda prioridad será Irán. En los tres debates México no mereció una sola mención. La agenda de seguridad y de migración se agotó. Hay que dar creatividad, vigor, motor a una nueva agenda: inversiones, sustentabilidad, energía, tecnología, educación, relanzamiento de la zona NAFTA, confección de una nueva zona de influencia económica y política.
Hemos pasado por alto dos hechos evidentes. Hay un embrión de un poderoso lobbying mexicano en Estados Unidos. Uno que definirá cada vez más elecciones. Uno que no está organizado. Uno que esta desaprovechado.
La segunda parte de la ecuación es que es nuestro principal interés llamar la atención de EU. No esperemos que la iniciativa venga de ellos. La política es igual que el amor: no pretendamos que la mujer más bella venga a cortejarnos. Hay que ir por ella.