EN el 2006 la República decidirá un sexenio que será determinante para sus futuro. Como nunca antes, seis años, los que vendrán, resultarán decisivos para delinear el porvenir de millones. México decidirá si elige continuar por la senda que ha caminado los últimos 18 años o si buscan un carril diferente.El mundo no está esperando a que los tomen decisiones. China nos ha rebasado como el segundo proveedor de los Estados Unidos. No fue suficiente que México contara con la vecindad, con un acuerdo comercial ni con una política exterior alineada con el gran coloso mundial. No. Un país lejano, territorial, política, cultural y comercialmente, despertó y nos avasalló.

El país esta atrapado en el inmovilismo. Lo está en un mundo globalizado, plano, estrecho, que no sólo no permite el reposo: lo castiga. La economía mundial se ve en el espejo de la Reina de Corazones de Alicia, la del país de las maravillas, que decía acalorada: “Corro demasiado rápido, para permanecer en el mismo sitio”.

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