Fernando Vázquez Rigada

Ellos no se cansan. No pueden hacerlo. Sus hijos se fueron y no han vuelto. Hay un presentimiento terrible. Asfixiante. Pero no hay aún certeza. Porque la ausencia sólo la suple un resto, una urna: algo, lo que sea que pueda abrir el luto. Son, ¿quién sabe? Veinte mil familias que han visto desaparecer, junto con sus hijos, su alegría, su fe, su confianza.

Ellos no se cansan. No pueden. Tienen hambre. Son más de 20 millones. Los excluídos. Mexicanos que no tienen para comer. Para alimentar a sus hijos y menos a su esperanza. Son los olvidados cuyo drama ha sido reducido a una cifra y a un slogan. Su hambruna se les catafixia por una televisión.

Ellos no se cansan. No pueden. Deben doblar turno. Sus hijos en la escuela, luego en la guadería. Son las madres de las maquiladoras, que pueblan el cinturón de producción intensiva en mano de obra, y en inequidad, todo el norte del país.

Ellos no se cansan: deben seguir caminando rumbo al norte. Allá, donde los espera una oportunidad. Donde hay empleo. Donde se puede construir una vida con trabajo, con esfuerzo y con tesón. Allende el horror, la extorsión y la complicidad. son más de doce millones. Y contando.

Ellos no se cansan. Van a la escuela diario. Estudian. Juegan. Sueñan con un país diferente y mejor. Uno en donde no haya esta corrupción, este desánimo, este llanto que no acaba. Son los mexicanos que escribirán, con un poco de fortuna, otra historia.

México desfallece pero no puede darse el lujo de descansar. Sus gobernantes sí, porque hace tiempo que no hay conexión entre la calle y las casas de gobierno. Porque arriba hay opulencia, despilfarro, inconciencia. Abajo hay escasez, indignación, hartazgo.

Por esa desconexión absoluta se desprecia la crítica, se minimizan los problemas, se profundizan los errores.

Por eso entra de procuradura una mujer sin experiencia y ligada a la principal televisora: para refrendar que el cáncer del conflicto de interés les tiene sin cuidado. Por eso, las listas de plurinominales están llenas de impresentables, comenzando por Carmen Salinas. Por eso los guaruras de Angélica Rivera amenazan a un periodista en Miami. Por eso enviarán a la Suprema Corte a un hombre sin experiencia judicial. Por eso la Auditoría Superior de la Federación denuncia irregularidades por 53 mil millones de pesos -equivalentes a mitad del recorte- particularmente en programas sociales y, de ellos, en el Programa Sin Hambre.

El gobierno está cansado, eso se ve. Se siente. Sólo que no se han dado de cuenta de algo. No sólo está cansado: también está agotado.

@fvazquezrig

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