03/10/2010
El mayor debate económico de nuestro tiempo mexicano consiste en definir la viabilidad de la propuesta del PRI para reducir en un punto porcentual el IVA. El debate se da en el centro de un país que sufrió la peor caída del PIB en su historia, empobrecido, con niveles de competitividad decrecientes y envuelto en una emergencia nacional por el deterioro del medio ambiente que le succionará miles de millones de pesos.
Lo que esto demuestra es el extravío de nuestra clase dirigente, su pequeñez, y su absoluta carencia de conexión con la realidad. Pensamos en pequeño y por eso emprendemos proyectos de corto aliento.
Reducir en un punto el IVA no es más que estar considerando darle o no una aspirina a un paciente en terapia intensiva.
México ha perdido, a lo largo de la última decada, muchas cosas, entre otras la ambición de liderazgo regional como eje de una posible influencia internacional. Nos hemos resignado a tratar nuestros asuntos y, estos, a abordarlos desde una óptica clientelar y de beneficios de corto plazo. Nadie, en este país, desea pagar costos: solo obtener utilidades. En una visión suicida, propia de las sociedades en decadencia, optamos por recoger nuestras ganacias exiguas de inmediato, pese a que esto signifique condenarnos a la mediocridad en el futuro.
China, en este momento, esta empeñada en convertirse en el líder económico del mundo en los próximos tres lustros. Los más recientes pronósticos hablan de que su economía rebasaría en tamaño a la de Estados Unidos en un plazo entre diez y diecisiete años. Lo logrará, muy probablemente. Lo hará porque su dirigencia ha tenido la capacidad de confeccionar una visión de país, imponerla, conseguir los medios para concretar sus objetivos y no desviarse del camino.
El puerto de Shanghai se saturó hace unos años. Más o menos por la época en que comenzó también la saturación de nuestro mayor puerto: el de Veracruz. El Estado Chino optó por trasladar todas las instalaciones portuarias a una isla, en donde construyó el Hub Marítimo más importante del mundo. Hoy, ese puerto ha rebasado a Amsterdam como el más grande del mundo. Mueve 270 millones de toneladas anuales. Veracruz, 20. Conectarán a la Isla Portuaria con el litoral a través de un puente de algo más de 40 kilómetros.
En los terrenos del viejo puerto, hoy se celebra la Expo Mundial de Shanghai. Ahí, en el imponente Pabellón Chino, el Estado nos muestra sus proyectos de futuro: la conexión de Asia con Europa a través de una red de trenes rápidos, que se extenderán de China hasta la Unión Europea pasando por Rusia. las diversas ciudades del país se conectarán a través de trenes de levitación magnética que será la primera red de transporte de pasajeros, masiva, de alta velocidad, y cuya concepción logística implica que los pasajeros bajarán con los trenes en movimiento. Las industrias estratégicas, cuyo desarrollo será financiado a través de fondos soberanos con más de 1.8 billones de dólares, incluyen: autos y autopartes, generación de energía, petróleo y petroquímica, tecnologías de la información, óptica, fotónica, telecomunicaciones, aviación, marítima, acero, entre otras.
En el año 2001, el país se enfocó en desarrollar la industria de generación de energías verdes. En el año 2006, se logró duplicar la capacidad de energía eólica. Esta se volvió a duplicar el año siguiente y el año posterior. En 2003, China no producía energía solar. En 2008, se convirtió en el mayor productor de celdas solares del mundo y hoy arranca miles de clientes a esa industria norteamericana.
Mientras tanto, a México le llevará el resto del año (tras pactar, traicionar, volver a pactar y volver a romper) aprobar, o no, aumentar el IVA en un punto porcentual.