Fernando Vázquez Rigada
El modelo de desarrollo que trata de imponer al país el gobierno de Morena va en contrasentido a la dirección que sigue el mundo.
En México, Morena desconfía del sector privado. Pretende centralizar cada vez más sectores económicos al control de la burocracia gubernamental.
Por ideología rechaza conectarse al mundo. De ahí que el jefe del estado desperdicie foros como el de Davos, el G 20, la COP26 o la Expo Mundial de Dubai. Bajo este desprecio, está una visión de un mundo que ya no existe: uno que se mueve por el petróleo, la energía sucia, o los designios del mandamás político en turno.
El mundo avanza a gran rapidez a la generación de riqueza a través del desarrollo de tecnologías, la innovación y la investigación continua.
Los datos no dejan lugar a dudas: de las diez empresas más poderosas del mundo, 8 se dedican al desarrollo de tecnologías o están íntimamente vinculadas a ello.
En conjunto, el valor de estas diez empresas acumula 11.9 billones de dólares. Algo más de la décima parte del PIB mundial.
Las primeras cinco —Apple, Aramco, Microsoft, Amazon y Alphabet—poseen un valor superior a la totalidad de la economía mexicana cada una.
Apple tiene un valor de mercado de 2.035 billones de dólares: 90% más que el PIB de México. Microsoft, 61% más. Amazon 42% más. Alphabet, 23% más.
De las 10 empresas con mayor valor del mundo, solo hay dos que no tienen como centro de su negocio la tecnología. Aramco y la financiera de Warren Buffet. Aramco, es la petrolera de Arabia Saudita, país con las segundas reservas de petróleo del mundo: 298 mil millones de barriles. México, apenas menos de 8 mil. El primer país con reservas es Venezuela y no le ha servido de mucho.
De las empresas privadas de energía, la más grande, Exxon, ocupa el lugar 37 de empresas más poderosas, con un valor de una décima parte que Apple.
Invertir en fierros parece una mala idea. Una del siglo XIX. Para el siglo XXI hay que invertir en neuronas.
Por ello, no es sólo el hecho de que el gobierno de Morena invierta masivamente en una refinería, un tren, un aeropuerto, pequeñas sucursales bancarias y béisbol. Es peor. Hay un ataque frontal a la academia, la ciencia, y el sistema nacional de investigación y desarrollo tecnológico.
El cambio viene de atrás, pero será más determinante en el mundo pospandemia.
Viene con mayor fuerza la era de la colaboración a distancia, las finanzas electrónicas, de la energía limpia y los autos eléctricos, de la nanotecnología y el internet de las cosas.
Estamos presenciando el inicio, literal, de la vida fuera de este mundo.
Y en México Morena nos empuja en un gran salto hacia atrás.
@fvazquezrig