Fernando Vázquez Rigada

Mayo 5, 2014

Otra vertiente de la reforma educativa es la que se refiere a recortar privilegios al magisterio. Ríos de dinero llegan a las arcas del SNTE y la CNTE. Es posible que la cifra total de transferencias al magisterio supere los dos mil millones de pesos anuales, solo en cuotas.

No es ninguna sorpresa, entonces, que los dirigentes magisteriales se hayan opuesto una y otra vez a incorporar métodos de transparencia a sus cuentas.

El reciente censo del INEGI reveló que hay 39 mil 222 maestros aviadores: presuntos maestros que nadie sabe quiénes son  o dónde están. Pedro Páramo revivido: nadie sabe si están vivos o no. Además, hay otros 30, 695 maestros comisionados o con licencia. ¿En dónde están? Pueden estar en muchos sitios, o en ninguno. Hay otros 113 mil que se encuentran “en otro centro de trabajo”. ¿Cuál? Diría Álvaro Carrillo: sabrá Dios. Ay otros miles muertos que siguen cobrando.

El Censo no se celebró en Michoacán, Oaxaca ni Chiapas.

Sólo de este monto, la cifra del desvío se calcula en alrededor de 25 mil millones de pesos anuales.

Eso puede ser, tristemente, sólo una parte de un barril sin fondo. México destina 6% del PIB a educación, y el 91% se destina a nómina magisterial. Algo así como 390 mil millones de pesos.

Cerrar ese abuso es de vital importancia: primero porque es un fraude, pero además porque eso permitiría acelerar el equipamiento de escuelas, promover su conectividad y generar programas escolares de alto rendimiento, incluyendo bonos para maestros que registren excelencia.

Con esos datos en la mano, la Secretaría de Hacienda, a partir del próximo año, pagará la nómina magisterial federal, sustituyendo a los estados en esa obligación. Quedarán, aún así, maestros adscritos a los presupuestos estatales. Pese a ello, este recorte es un avance significativo.

Hasta ahora, solo un estado, Hidalgo, ha dicho que cancelará los pagos a todos aquellos maestros identificados como aviadores. Es una excelente noticia y más: es una advertencia.

Hidalgo es un estado pequeño, pero simbólicamente muy poderoso. Es la tierra del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, uno de los hombres del presidente. Es también el origen del Procurador General de la República y es, por lo mismo, semillero de un sinnúmero de funcionarios de alto nivel, poder e influencia. El gobernador actual, fue secretario de Gobierno en la administración del propio Osorio y luego alcalde de Pachuca.

Que sea precisamente Hidalgo el estado que tome la iniciativa de no permitir más abusos a maestros que no trabajan parece una invitación a que los demás estados, particularmente los priístas, lo hagan.

El mundo sutil de los simbolismos ha vuelto y, a menudo, es más elocuente que las palabras. La acción de Hidalgo debería ser registrada en todo el país. Al buen entendedor…

@fvazquezrig

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