Fernando Vázquez Rigada
Lo mejor de Andrés Manuel López Obrador fue la recuperación de la esperanza. Millones de mexicanas y mexicanos confiaron en él para curar las muchas heridas que tenía la sociedad.
Lo peor ha sido la polarización que, consciente y persistentemente ha impulsado, quien que debió convocar a la solidaridad y la unidad. El discurso de clase y hasta de raza arrasó la concordia y amenaza con consumir la convivencia.
Lo mejor de López Obrador fue colocar en el centro de la agenda nacional el oprobio de la pobreza y la desigualdad.
Lo peor ha sido la destrucción de los verdaderos motores para salir de la pobreza: educación, salud, inversiones, empleo. Los programas sociales alivian, pero no curan. Al final, el paciente muere.
Lo mejor del triunfo de López Obrador fue la recuperación del liderazgo político. López Obrador es un líder. Logró tejer acuerdos por todo el país e inspiró la posibilidad de un cambio mayúsculo en México.
Lo peor es su alejamiento de la realidad y su aislamiento. El presidente escucha poco a pocos. Rehén del “pensamiento de grupo” -atender sólo a quien piensa como uno- y aislado, su liderazgo pierde fuelle, se diluye y, acaso, se convierta en destructivo.
Lo mejor del triunfo de López Obrador fue el regreso de la empatía social y la sensibilidad a Palacio Nacional. El presidente conecta con la gente más necesitada. Les atiende y escucha.
Lo peor ha sido que la ideología devoró a la empatía. Fue incapaz de ir de inmediato a Minatitlán tras la primera masacre de su gobierno. Se fue de gira mientras Culiacán reventaba. No tuvo un minuto para visitar al militar que perdió la pierna -y casi la vida- en manos del Cártel de Sinaloa. No dio condolencias a los LeBarón pero sí a Trump. Recibir a Javier Sicilia, dice, le da flojera. Ser empático con quien me adula es no serlo.
Lo mejor del triunfo de López Obrador fue que, por primera vez desde la primera alternancia, llegó a México un gobierno de izquierda. Los cambios de carriles son provechosos. Ajustan. Equilibran. Transforman las velocidades.
Lo peor es que la izquierda se evaporó. Gobierna con evangelistas. Está contra el aborto, los matrimonios igualitarios y la muerte asistida. Desprecia el medio ambiente. Redujo la inversión pública. Cerró Prospera y el Seguro Popular. Entregó a la CNTE la educación y castiga a las universidades públicas. La izquierda gobierna con la derecha.
Lo mejor de López Obrador fue su persistencia opositora y tener el empaque de ganar en la democracia.
Lo peor es que está empecinado en destruirla.
Lo mejor de López Obrador fue su promesa de sacarnos del estancamiento.
Lo peor ha sido que arrasó con la confianza para que el país crezca.
Lo mejor fue su discurso contra la corrupción.
Lo peor es no institucionalizar su propósito, tolerar a corruptos a su alrededor y pensar que es imposible encontrar gente capaz a la vez de honesta.
Lo mejor de López Obrador fue ofrecer un nuevo modelo de seguridad para vivir en paz.
Lo peor es que el modelo roza los linderos de la complicidad con criminales.
Lo mejor de López Obrador fue invitarnos a imaginar un oasis tras largos años de pena.
Lo peor es que fue un espejismo.
@fvazquezrig