18/04/2011

Ayer salí de la ciudad de México rumbo a Xalapa. Había caído una tromba la noche anterior en la capital que inundó el Viaducto. Precavido, hablé a Locatel. Viaducto está abierto. No lo estaba. Estuve atrapado hora y media.
Entonces me comuniqué a la PFP para saber si estaba abierta la autopista. Un muy eficiente Call Center no daba información al respecto. Decidí llamar a la oficina del Secretario de Seguridad Pública del DF. Ahí si me contestó un ser humano. La señorita, bien amable y segura, me informó:
-Está abierta desde las 9 30 am.
Consulté a la familia y mi hijo mayor (9) dijo, categórico. !Vamos!
Pero, no. Chalco estaba inundado, como cada año en los últimos tres lustros, y nos encontramos de pronto atrapados entre miles de tráilers, motos, autos, vendedores ambulantes y gente de Chalco dirigiendo el tráfico. Decidí abortar.
-¿Cómo regreso a México?
-Tienes que internarte y te vas a perder en Chalco. Ni le muevas, valedor- fue el consejo convincente de uno de los guías.
Cuatro horas después llegué de regreso a México. Compré un boleto de avión pero no pude imprimir el pase de abordar. En el Aeropuerto no había charolas suficientes para pasar seguridad. Fui al baño. No servía uno solo de los cuatro mingitorios. Cola. Subimos puntuales al avión. Listos. Pero…nos demoramos media hora en pista. «Pista saturada», la explicación.
¿Qué fue todo esto?
Hay dos explicaciones:
1)Salación (Como diría el cubano de Caracol Beach) ó
2) la crónica de un país que está descompuesto.
Vota!!

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