13/03/2012

Se dice que.. por Maquiavelo

Asomarse al futuro

Duele ver a México en el espejo duro, frío y terrible de la realidad de esta hermosa nación, donde tuvimos el privilegio de nacer y queremos vivir a plenitud. En su libro “Las palabras de Casandra” el egresado de la Universidad de Harvard, Fernando Vázquez Rigada, señala las profundas heridas que no cierran del presente de lo que se conoce como República Mexicana.
Es demoledora la crítica del México actual en el contexto internacional, inclemente la comparación con naciones como Brasil, la India, China y Rusia. No se concibe un país donde el estancamiento económico y la brutal desigualdad social son los áridos referentes ante cualquier parte del mundo. Que países como Vietnam del Sur que acaba de sufrir una terrible conflagración bélica o la subdesarrollada Sudáfrica nos superen ampliamente y lo más grave la conformidad y apatía de nuestro pueblo que consciente la corrupción y descomposición del estado mexicano.
No concibe Vázquez Rigada el vandalismo económico de los hombres más ricos, de los ricos, que han monopolizado en sus actividades la exclusividad de la riqueza mexicana que a nadie comparten. Como una simple mafia que controla todos los poderes y manejan a su antojo la débil y manipulable democracia.
“Las palabras de Casandra” del maestro Vázquez Rigada es la leyenda de la mujer que tenía poder de conocer lo que iba a ocurrir en un futuro, pero como castigo no tenía el poder de la persuasión. Es un libro como dice acertadamente el doctor Isaac Wishlitzky existen textos que es necesario volverlos a leer y valorar las advertencias y que cada quien las sabrá si las atiende o las ignora.

NADIE QUIERE SER PUNTERO

No le gusta a ninguno de los candidatos presidenciales ocupar el primer lugar en las encuestas, aunado a que son las figuras políticas más cuestionadas y a la que todos le tiran. En las dos últimas elecciones por el poder federal son los que han perdido. Con Francisco Labastida del PRI en el año 2,000 y Andrés Manuel López Obrador del PRD en el 2006.

EL MENSAJE ELECTORAL

Sobre los últimos acontecimientos de las campañas electorales hay mensajes bastante claros sobre la situación política que empieza a despejarse. En anterior columna se dijo que me parecía absurdo la ronda de los tres candidatos para reunirse con el vicepresidente de los Estados Unidos, Joseph Biden.
Algo así como recibir la bendición del poder supremo.
Los tres candidatos Peña Nieto, Vázquez Mota y López Obrador al parecer salieron contentos, como si hubieran sido aprobados por el gran sinodal.
Cada uno dio su versión personal de lo que habían tratado y pareciera que estuvo interesante. Esta cita se había guardado en el mayor de los secretos a petición del embajador estadounidense Anthony Wayne.
Para Peña Nieto era importante que conocieran en los Estados Unidos su deslinde de los exgobernadores priístas acusados de sus vínculos con los cárteles de la droga. El mexiquense tenía que remontar una intensa campaña en contra de él en el vecino país.
El señor Joseph Biden es uno de los políticos demócratas que más han destacado, como legislador propuso varias leyes sobre el combate a las mafias de las drogas, se le reconoce como uno de los funcionarios que ha luchado en contra de la violencia hacia las mujeres y defensor de los derechos humanos. De allí la importancia de escuchar a los candidatos presidenciales.
Según la opinión de los politólogos capitalinos el que resultó más beneficiado fue el tabasqueño, ya que se supone que es el menos le convendría a la Casa Blanca que resultara el triunfador. El mensaje fue muy claro en los Estados Unidos creen que es el que va a ganar y por eso lo invitaron.
Un día después de esa visita con el número dos norteamericano dan a conocer una encuesta de Ipsos-Bimsa, el candidato presidencial de las izquierdas creció cinco puntos en las preferencias electorales durante el mes de febrero mientras que sus contrincantes Enrique Peña y Josefina Vázquez se mantuvieron con sus mismos puntajes. El único que creció fue el que promete el cambio verdadero.

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