Fernando Vázquez Rigada
Morena está por condenarnos a un porvenir de derrota, de carencia y subdesarrollo.
La destrucción de la educación es un atentado y una condena.
Atenta contra el derecho constitucional de las y los mexicanos a recibir del estado una educación de calidad, basada en el progreso científico y que derrote a la ignorancia.
Es una condena a la mediocridad, al conformismo y a la miseria.
Las víctimas son más de 25 millones de estudiantes.
La claudicación del estado en el tema educativo es la tendencia más devastadora del gobierno fallido de Morena.
Es una tendencia de largo plazo que debe alertarnos.
No se trata de una ingenuidad presidencial, sino de un cálculo.
Morena quiere adoctrinar a millones de niñas, niños y jóvenes. Al costo de mantenerlos en la ignorancia. En la militancia. En la base de poder. Pero también en la pobreza y en la dictadura del subsidio.
Para ello se alía con la CNTE: una de las peores organizaciones del país. Una mafia corrupta que manipula, reprime, chantajea.
Solo un dato para entenderlo: en 20 años los niños de Oaxaca, sede de la CNTE, no han tenido nunca un ciclo escolar completo.
A la CNTE se le entrega el control de las plazas magisteriales: un negocio. Funesto e inmoral, pero un negocio. Los egresados de las normales tendrán pase automático a plazas, estén preparados o no. Se trata, pues, sólo de sobrevivir: egreso para tener mi vida asegurada, así sea al costo de impartir ignorancia.
Para pagar esas plazas el estado no tiene dinero: intentará quitarle a las entidades federativas y a los contribuyentes.
Se cancela la evaluación, la actualización continua. Van los libros marxistas de la CNTE y va el dinero a raudales para mejorar las escuelas. Desaparecen el Instituto Nacional para la Infraestructura Física Educativa: se repartirá a comités de las escuelas.
El círculo se cierra con el debilitamiento intencional de las universidades públicas, que pretenden ser sustituidas con las 100 universidades Benito Juárez.
Morena ha cedido la rectoría de la educación a la CNTE y a otros líderes corruptos. Lo hace a sabiendas de que las y los estudiantes de secundaria no tienen los conocimientos para entrar a la prepa. No entienden lo que leen. No pueden resolver problemas matemáticos simples.
Pero eso no importa. El cambio aparente, terrible, es refrendar lo que se ha hecho mal.
El cambio profundo, sin embargo, es moldear el futuro de una generación a través del dogma y la militancia política.
De eso se trata todo.
Y de perpetuar la dictadura de la ignorancia.
@fvazquezrig